¿Te gusta el teatro? Aquí podrás encontrar toda la información sobre todas las actividades relacionadas con el teatro organizadas por la Universidad Rey Juan Carlos. Bienvenido. Esperamos que lo disfrutes.

CRÍTICA - BOYS DON'T CRY


Puedes escuchar esta canción mientras lees esta crítica: 
Dos hombres. Paco es un perdedor. Juanjito no lo sabe aún. Si perder es quedarse sin la chica, Juanjito es un triunfador. Si triunfar es que la chica te quiera a ti y solo a ti, Juanjito es un perdedor. No sabemos por qué, Paco se hace llamar ahora Walter (bueno, luego sí, luego lo sabemos, pero se me olvidó). A Juanjito le cuesta llamar Walter a Paco.  Luego aparecerá Mariona, la chica, no se preocupen, no es una obra de solo dos actores, como El crítico, la temporada pasada en el Marquina dos tipos blablaqueteblablarás sobre cosas que solo ellos conocen. Y tú mirando con cara de vaca mirando pasar un tren. El planteamiento a mí me atrae, como la escenografía. La primera escena promete, y mucho. Pero como que… no termina de desarrollarse bien. Ocurren cosas, la verdad, cosas desconcertantes. Y yo me acuerdo de una peli que vi en cine club hace cien años en la que Gregory Peck olvidaba que mataba a su mejor amigo tirándole por una ventana. Y luego sospeché que Amenábar debió ver esa peli (Espejismo se llamaba, y también salía Walter Mattau) antes de dirigir Abre los ojos. La diferencia es que en aquella peli todos estamos deseando saber qué pasó de verdad y qué papel juega cada detalle en la historia porque el director nos los ha retratado para que deparemos en ellos y eso no tenía equívocos porque una historia era buena si nos interesaba y ahora parece como que no hay historias, como que todas se han contado y solo queda volver a recontarlas añadiendo algo o adornándolas o jugando, y me da que este es el caso de esta obra, y cuando no tiene más chicha que aportar termina jugando a la estrategia de la confusión.




La obra necesita un impulso y Mariona llega para dárselo. Pero el empujón no termina de resultar decisivo y la fuerza se va apagando hasta que surge el primer bostezo, leve. Luego aparece un cuarto personaje, un joven muy de ahora, pero no termino de entender lo que aporta, o hasta el final no lo consigo entender. El actor joven es flojo. Los otros tres cumplen sobradamente, se entregan. El chico parece más bien una promesa del Barça con un botellazo en la cabeza recibido en el Calderón. Luego descubrimos que es Walter (Paco) cuando era joven. Y cuando Walter (Paco) se percata de ello, se dispone solemne a darle un gran consejo pero balbucea y termina no diciendo nada. Si hay que quedarse con un momento de la obra sin duda es este.

Boys don´t cry, con todo, se deja ver. A mÍ no me termina de importar mucho qué pasó en aquella playa de Port Bou y si Walter de verdad quería suicidarse. Y no sé si la autora quiere que le demos importancia. Los que cumplimos 20 en algún instante de los ochenta nos sentimos identificados (es lo que querían y lo logran) con aquellas fiestas de desparrame que empezaban con un ¿cenamos algo? Y terminaban desayunando (un poco como ahora, vamos, como siempre). Solo que los jóvenes de los ochenta no éramos como los de ahora porque los de ahora follan. Por eso cuando se inventó el meetic todos nos pusimos a aprobar la asignatura pendiente (y al amor que le den). Y creo que es un poco lo que le pasa a Juanjito y a Walter y a Mariona, que en los ochenta no follaban. En esas fiestas todos terminábamos recordando que en el fondo somos una generación un poco autodestructiva. Pero también lo fue la de los sesenta (que no necesariamente follaban más). Ya lo decía Don McLean (bye bye miss american pie): mucho amor libre y mucha hierba; y cambiar el mundo y tal pero cuando salió el último tren para la costa, todos lo tomamos.


Crítica de Antonius Bloc (traducida por Víctor Mendoza)


BOYS DON'T CRY(más info)

No hay comentarios: